En días pasados en la Ciudad de México la ilustradora estadounidense Sarah Andersen plasmo un mural con sus dibujos en la Colonia Roma de esa ciudad, patrocinado por instituciones culturales del Estado. En menos de una semana aparecieron grafitis sobre los dibujos de un artista urbano conocido como Zombra.
El hecho desato indignación en la elite snob, intelectualoide, incluyente no solo de esa ciudad sino del país en general que condenaron el hecho como un acto vandálico. Es irónico pero la misma gente que en cada marcha celebran que se llene de grafitis y consignas políticas monumentos y edificios en protestas, está indignada en las redes sociales.
Puede ser (lo es de hecho) algo intrascendente pero vamos a hablar del grafiti.
El grafiti es un arte marginal, un arte de protesta, es ilegal porque esa es su naturaleza, como en el arte hay graifitis buenos y otros malos.
Personalmente me molestan los grafitis en monumentos históricos y edificios antiguos, respeto y amo profundamente la historia de mi ciudad, lo que alguna vez fue como para que lo manchen con pintura, las estatuas de los fundadores y de los hombres que construyeron la ciudad, los barrios antiguos con muchas historias y recuerdos, respeto y estimo la historia de mi ciudad. Soy un nostálgico, lo se.
No me molestan que rayen (o grafiten como se dice coloquialmente) monumentos como el Hemiciclo a Juárez en la Ciudad de México, monumento dedicado a un personaje nefasto, así como los bancos, los restaurantes de comida rápida, la casa de algún político o algún empresario, los centros comerciales. Todos esos parásitos y monumentos a la Modernidad que deben ser grafiteados y posteriormente destruidos.
Aplaudo la destrucción de una ciudad moderna, venga de donde venga.
El grafiti es un arte propiamente ilegal y anárquico, es ahí donde radica su poder, está fuera de las normas, es shock y tiene un mensaje de rebeldía.
Cuando el grafiti se vuelve legal pierde su mensaje y su poder, se vuelve el arte de una rebeldía controlada por el mismo Estado.
Entonces cuando el Estado trae una artista yanqui alineada con el capitalismo y el feminismo para pintar unos dibujos amables, políticamente correctos, deformados, que parecen dibujos de un niño disléxico y que tiene ese estilo que caricaturas que les gusta a la generación de soya como Steve Universe quiere tener esta rebeldía controlada. Las feministas que hace unos meses cantaban que el Estado es un “macho represor”, son las mismas que apoyaron a esta artista traída por el mismo Estado.
Claro las protestas y colectivos feministas son otra forma de rebeldía controlada y porque el Estado es un “macho represor” todos los días excepto cuando financian mi arte culero, mis escuelas de arte, mis exposiciones feministas y me permite hacer mis marchas.
El grafiti tiene un poder mágico, existe un artículo en la red llamado El grafiti como magia escrito por alguien que se hace llamar Blood Samael y en el cual cita:
“Como la magia, el graffiti esta a nuestro alrededor, y es difícilmente percibido por aquellos que no estén en el ambiente. También es algo «oculto» en su sentido mas literal, el conocimiento oculto, y como este, su experiencia y entendimiento está solo disponible para los iniciados.
El graffiti es un arte escondido, hecho clandestinamente por individuos o grupos que, en menor o mayor medida, forman parte de una sociedad secreta. Muchos graffitis de pandillas o grupos son acrónimos de tres letras al igual que varios grupo ocultistas, como la OTO o la IOT.”
Cuando el grafiti es ilegal mantiene su poder, su propia magia, su propio lenguaje, su propio mensaje y lo pierde cuando se vuelve legal.
El acto del grafitero Zombra fue un acto de rebelión contra ese grafiti legal, políticamente correcto y buenista de una artista capitalista, es este mismo Estado el que limpia los grafitis de la pared y ahora te trae a una artista feminista a hacer un mural con dibujos malos aplaudido por instituciones culturales.
No sé quién sea Zombra ni cual sea su ideología pero impuso ese grafiti ilegal, callejero y al mismo tiempo propio frente a ese arte globalizador que nos quieren meter a la fuerza en comics, televisión, animación y el grafiti.
El mensaje de Zombra fue claro: estas son nuestras calles y nuestras paredes no suyas, vamos a llenarlas de grafitis.
Tal vez tengamos ideas y formas de pensar diferentes pero aplaudo la honestidad de su acto.
El Cuervo nos guía en la noche más oscura.
Guerrero del Sol Negro
Enlace al articulo mencionado: http://www.habitantesdelcaos.com/a225/El%20Graffiti%20como%20Magia,%20Por%20Bood%20Samel.htm