Haití, 1804.

La población negra de Haití, comandada por el líder negro Jean-Jacques Dessalines, sale a las calles, casas y granjas, matando a toda persona Blanca Criolla que se encontrase en su camino.

Cuadrillas de militares y hordas de civiles negros inspeccionan cada rincón del país, asesinando, violando y torturando familias enteras de Criollos Blancos. Ni siquiera aquellos que mantenían amistades o relaciones amistosas con los negros fueron perdonados. Una segunda ola de ataques seria llamada a las armas, concentrándose unicamente en asesinar mujeres y niños.

Sin embargo, las fuentes oficiales afirman que esta masacre no fue un ataque racial, si no la población «tomando medidas para proteger la seguridad nacional», debido a un rumor que clamaba que «la población blanca remanente en Haití intentaría dejar el país para convencer a potencias extranjeras de invadirla nuevamente y re introducir la esclavitud»

Entre 3,000 y 5,000 Criollos Blancos fueron brutalmente masacrados.

Sudáfrica, 1998.

Ataques dirigidos a granjeros blancos empiezan a convertirse en un fenómeno común, para el año 2017 se habían reportado mas de 11,000 ataques y mas de 1,600 asesinatos, todos ellos a granjeros Blancos, ese mismo año, el político, empresario, activista y líder sindical sudafricano negro, Matamela Cyril Ramaphosa, es electo presidente, y promete que expropiara tierras de campesinos sin ninguna remuneración.

En este punto, los granjeros Blancos son asesinados a un ritmo de mas de uno por semana, con las autoridades realizando pocas o ninguna acción para para parar los ataques. Ernst Roets, un activista político, escritor y cineasta afirma que a partir de 2017 «Los asesinatos de granjeros se llevaron a cabo con una frecuencia inusual y fueron inusualmente crueles»

Sin embargo, las fuentes oficiales afirman que estas masacres no son un ataque racial, si no la población «tomando medidas para recuperar la soberanía nacional», debido a que «La población blanca en Sudáfrica es dueña de demasiada tierra debido al pasado colonialista de la nación»

Entre 2,000 y 3,000 Granjeros Blancos han sido brutalmente masacrados hasta la fecha.

¿A donde quiero llegar con esto?

¿A convencer a las «minorías» que sus razas no son eternas victimas, y que también son capaces de ejercer los peores de los genocidios y atrocidades? No, yo no apelo a la moralidad de enemigos potenciales, y, de todas maneras, en sus ojos esas barbaries están justificadas, después de todo «Los Blancos hicieron peores cosas»

¿A convencer a los Estúpidos progresistas blancos que el experimento multiracial y multicultural en el que vivimos siempre terminara con su raza muerta? No, ellos solo sabrían gritar «Supremacista blanco», «Nazi» y otra sarta de adjetivos, y de todas maneras, ellos no me interesan, cargan debilidad y culpa en su sangre, y no se merecen otra cosa mas que ser destazados con machetes y otros utensilios sin filo, como aquellos pobres  masacrados en Haití o Sudáfrica.

No, esto va para aquellos que quieren caminar el mismo sendero que nosotros, pero que quizá aun no entienden ciertas realidades de este mundo.

Cuando alguien entiende que estas ciudad que habitamos, construidas por nuestros antepasados, ya no nos pertenecen, y peor aun, son trampas para ratas en escala humana, cuando alguien entiende que no existe ninguna solución política, que cualquier candidato o partido esta en contra de nuestra gente, cuando alguien logra superar las fantasías mesiánicas implantadas por ideologías supuestamente «disidentes», en ese punto usualmente llega un pensamiento lógico: «Debemos salir de aquí, debemos crear nuestras propias comunidades»

«Me reuniré con gente como yo» «Seremos independientes del sistema», todas esas ideas están muy bien, todas esas son las ideas que yo apoyo, sin embargo muchos olvidan algo.

Tu, yo, nosotros, no tenemos la opción de «retirarnos del juego» de manera pacifica, no cometan el error de pensar lo contrario.

Llegara un día en el que debamos defender a los nuestros.

Vidhjaf

Trascendió en días recientes una noticia acerca de la prohibición del alfabeto rúnico en Suecia debido a su uso por grupos nacionalistas. Esta asociación no es noticia nueva, desde tiempo atrás se ha asociado a los símbolos indo-europeos en general con la xenofobia y los “grupos de odio”, tanto es así que comunidades neopaganas como la asatru y la comunidad wiccana han declarado en manifiestos y en público que ellos son totalmente políticamente correctos e incluyentes para el Estado.

Esta noticia muestra por supuesto el poco criterio de una sociedad de idiotas que relaciona una runa con el régimen nazi y por supuesto el ciudadano promedio no tiene interés en conocer las runas solo ve una y de inmediato piensa en toda la propaganda mediática que se le ha metido al cerebro por años.

Déjame decirte que las runas no son símbolo de odio idiota, déjame decirte que la Esvástica, el Sol Negro, el Mjolner, el Algiz, la Cruz Celta, el fascio, son símbolos ancestrales con miles de años de historia y con un significado metafísico más profundo que va más allá de las ideologías políticas.

Déjame decirte que la Esvástica no la invento Hitler, Himmler, Hess o alguno de ellos en sus ratos libres para adornar sus banderas, la Esvástica tiene siglos de antigüedad y fue usada en la India Védica, en el Budismo, el Tengrismo y en el Zoroastrismo. Afortunadamente en Oriente donde no tienen el cerebro lavado la Esvástica sigue siendo pare de los templos budistas, sigue siendo parte esencial para los chamanes tengristas en Mongolia como parte de su vestuario, de sus ritos, porque la Esvástica es un símbolo solar, un signo que no tiene ninguna vinculación política, sino que es un símbolo religioso ancestral y como tal con un significado y raíces mas profundas.

Pasa lo mismo con el Sol Negro usado también por el nazismo, símbolo de mayor profundidad religiosa y común en los pueblos indo-europeos, presa de la misma persecución estúpida que ha sufrido junto con todos estos símbolos.

Detrás de toda esta censura se encuentra el ataque a nuestra identidad, a nuestra historia y espiritualidad, porque los símbolos rúnicos son un escudo de defensa que impide que toda la corriente globalista termine por destruir el espíritu del pueblo europeo.

Esta es una guerra espiritual.

Es la misma estrategia con todos los movimientos que buscan derrumbar y destituir los monumentos a los Confederados y a los conquistadores españoles, es una guerra a nivel metafísico contra los símbolos y mitos de los pueblos, porque buscan remplazar el Sol Negro, la Esvástica y las runas por sus propios sigilos y signos de poder, símbolos creados por corporaciones y sus oligarquías para someter a nivel espiritual.

Los logotipos de las corporaciones son sigilos de poder, ahí están McDonalds, Disney, Starbucks, partidos políticos o la que se te venga a la mente y esta seudo-espiritualidad busca Control a todos los niveles de tu vida, busca que consumas, que repitas sus frases, que vivas por y para ellos. Esta es una guerra espiritual, su magia contra nuestra magia, sus símbolos contra nuestros símbolos.

Estamos perdiendo esta guerra.

Lo de Suecia es solo otro campo de batalla, mañana exigirán que se prohíba el uso de la cruz cristiana o las figuras budistas por ser consideradas “símbolos de odio”, es un ataque en todos los niveles contra la identidad de un pueblo.

En la China maoísta durante la ocupación del Tibet destruyeron sus templos, incendiaron estatuas de Buda, simbología religiosa, representaciones de deidades porque los comunistas sabían que se debían de destruir los símbolos de un pueblo para poder imponer los suyos, en ese caso la Estrella Roja y remplazar el culto a las deidades por el culto al líder.

Sucedió lo mismo en la Rusia después de la revolución, los bolcheviques destruyeron la simbología monárquica y cristiana pero no se limitaron a eso, persiguieron y encarcelaron en gulags a los chamanes siberianos (puedes leer sobre eso en el libro La Cueva y el Cosmos de Michael Harner), a los chamanes tengristas en Mongolia, a los monjes tibetanos, la persecución contra toda fe fue feroz, para imponer la fe en el bolchevismo.

Hoy la persecución de símbolos es más gradual, no es necesaria la persecución militar (por ahora) sino basta con asociarlo al nazismo, a algún “grupo de odio” real o inventado, relacionarlo con el hombre blanco y tendrán el apoyo de las masas, de los políticos, de la sociedad políticamente correcta para hacerlo.

Ellos vienen por tus símbolos y tus mitos.

Nosotros debemos preservar nuestros mitos, nuestros símbolos, nuestra identidad, esa es la misión de la tribu, de los colectivos que sostengan una idea realmente tradicionalista e identitaria, nuestra tribu preservara los mitos en esta época de persecución.

Honra a tu dios o dioses, honra a tus ancestros, honra y porta con orgullo tus símbolos, defiende tu identidad en la Edad de Hierro porque ellos vienen a arrebatarte tu identidad, los estaremos esperando con un revolver en la mano y una runa en la otra.

El Cuervo nos guía en la noche más oscura.

Guerrero del Sol Negro

Hace unos días se anuncio que un superhéroe popular muy probablemente seria interpretado por un actor conocido por un rol en una obra muy cuestionable, hordas de personas mostraron su indignación y su desprecio hacia dicha elección, argumentando que esto era una movida para «subvertir un personaje símbolo de masculinidad y transformarlo en un enclenque políticamente correcto», muchos empezaron a comentar como «En esta época las grandes compañías de historietas convierten a los personajes en productos amoldados a la sensibilidad moderna», sin embargo, en mi visión, estos personajes ya habían sido creados con esa intención desde sus orígenes.

Me explico, el héroe clásico, el héroe del mito, representaba un arquetipo, fuerza, sabiduría, rapidez, etc, el mismo caso podría hacerse para el superhéroe moderno, sin embargo, hasta ahí llegan las similitudes (Hablare mas de esto en un minuto).

El Héroe Clásico representa un arquetipo en una visión única para la cultura de la que nació, no existe un Hércules Amarillo, no existe un Guan Yu negro, y no existe un Shaka Zulu blanco, e incluso cuando se representan de esa manera en los medios modernos para cumplir una agenda, quedan impregnados de un sentimiento innato de confusión, es claro cuando un personaje ligado a un pueblo no pertenece a otro, por mas que se intente calar con calzador.

En cambio, el superhéroe moderno no es un personaje, es un manto, un manto que cualquier persona, de cualquier etnia, con cualquier ideal, a veces capacitada, a veces no, puede tomar, es por eso que resulta irónico ver a nerds furiosos vociferando que «No puede haber un Ironman negro» o que «Una Thor mujer es un sacrilegio», no caen en cuenta que sus «mitos modernos» fueron creados como arquetipos globalistas, porque Gilgamesh protege a su pueblo, pero Superman protege al mundo, entonces, ¿Que mas da si Superman es blanco, negro o queer no-binario transgenero? Al final de cuentas el protege todos los pueblos, no esta ligado a ninguno, y no es selectivo con aquellos que ayuda, es el símbolo perfecto del globalismo, los mismo sucede con el Capitan America, que tiene el nombre y los colores de un país que es en toda su extensión una cucharada del experimento neo-liberal multiracial que le depara al mundo.

Volviendo a las similitudes con el Héroe Clásico, estas no son coincidencia, si no otro de los trucos de la modernidad para diluir la tradición imbuida en la conciencia colectiva de los pueblos, mientras que DC y su liga de la justicia imita a los Dioses y Héroes Olímpicos, Marvel directamente toma los mitos nórdicos ya existentes y los moldea de maneras retorcidas, todo esto con el objetivo de suplantarlos.

En fin, que quejarse de que están subvirtiendo algo que nació como subversión no es coherente, al final del día, estos mitos falsos no fueron forjados en la tradición, si no en oficinas corporativas y estudios comerciales, y los que se ofenden por estos cambios se ven ridículos.

Vidyariviius

Los estúpidos progresistas blancos viven en Occidente pero odian la cultura occidental, son blancos pero odian al hombre blanco, no al hombre blanco rico por supuesto sino al hombre blanco pobre al que constantemente acusan de “racista” y “misógino” y cuantos adjetivos se les pueda ocurrir.

Los estúpidos progresistas blancos son Conan O’Brien, Bill Maher, Brie Larson, Emma Watson y muchos otros nombres mas, son actores, son cantantes, son cineastas, son los progresistas blancos miembros de las oligarquías de Hollywood, los que en sus películas ganan millones disparando un arma para después decirle al ciudadano promedio que no debe usar un arma y exigirle al gobierno de turno que tenga leyes más duras con la posesión de armas.

Son los niños burgueses de universidades que escriben sobre marxismo y lucha de clases en Twitter pero que nunca han trabajado, los que quieren libertad de expresión pero te agreden y te quieren censurar si no piensas como ellos.

Son esas mujeres que hablan de feminismo pero son partidarias de la inmigración musulmana, una religión que en los países de medio oriente que seguramente no conocen los nombres llevan años asesinando y brutalizando a las mujeres.

Los progresistas blancos son esos actores que defienden todas las causas sociales de la posmodernidad (feminismo, trans, inmigración, etc.), que a través de sus películas te dicen que tú el hombre común blanco y heterosexual eres el villano, eres el malo que debe ser destruido, que las fronteras deben ser abolidas aunque vivan en grandes mansiones con seguridad privada y altos muros con cámaras de vigilancia.

Son los actores y directores de Marvel, como James Gunn el cual provoco el despido de una actriz por sus comentarios críticos hacia el Islam, Gunn recibió una cucharada de su propia medicina al ser despedido por sus miles de twits haciendo bromas alusivas a la pedofilia. Por supuesto los defensores de Gunn acusaron a sus enemigos—incluyendo al periodista de la alt-right Mike Cernovich—de ser unos “nazis”, porque por supuesto el nazismo es el enemigo aunque lleve casi cien años muerto. Gunn continúa trabajando en Marvel y ahora en Warner, porque Hollywood es intolerante con el supremacismo blanco pero es tolerante con los pedófilos.

(A este respecto si James Gunn es un pedófilo o no, eso no importa, solo hay que ver la podredumbre que habita dentro de Hollywood para sentir odio)

Son los músicos mainstrem que te cantan de mundos sin fronteras, sobre feminismo, sobre democracia, sobre igualdad de género, siguiendo el legado de John Lennon y su álbum Imagine, toda esa música de mierda hecha para vender copias masivas de sus álbumes.

Son Starbucks, Gillette, Instagram, Netflix, Marvel, Disney, el partido demócrata, son las grandes oligarquías que viven de la corrupción, que tienen empresas que destruyen el medio ambiente, que destruyen el comercio local en tus países pero tú les aplaudes porque apoyan el matrimonio gay y el aborto.

La narrativa liberal es la siguiente: los grandes oligarcas, los políticos liberales como Bernie Sanders y Tradeau, los grandes corporativos, los actores, los cineastas y los músicos multimillonarios son los “héroes”, son la “resistencia” que lucha por un mundo de igualdad y justicia social, mientras que los redneck, la clase trabajadora, los blancos pobres, es decir el hombre común son los “opresores”, los “supremacistas blancos” que deben ser censurados, humillados, destruidos y asesinados. Esa narrativa ha funcionado y continua funcionando.

Entiende esto, el redneck no es tu enemigo, el hombre blanco común no es tu enemigo, el solo quiere conservar su identidad, tu enemigo es el blanco progresista, tus enemigos son los oligarcas de Hollywood y Wall Street, tu enemigo es Justin Tradeau que mientras habla de feminismo, desfila en la marcha del orgullo gay, sus empresas están destruyendo el suelo de tu tierra mientras tu le aplaudes, tu enemigo es el progresista blanco al cual le importas una mierda porque le aplaudes pero su verdadera lealtad esta con las oligarquías.

Por supuesto la gran mayoría no va a entender esto, va a seguir apoyando al músico pop, al actor que se declare aliado del feminismo en Twitter, a Mark Ruffalo que marcho contra el “supremacismo blanco”, a Brie Larson el nuevo icono del feminismo gringo y a Bernie Sanders, porque los progresistas blancos son sus héroes y porque es más fácil ser un consumidor no pensante.

El globalismo es un gran monstruo que ha devorado las identidades, estos valores que se propagan a través de Hollywood ya no son valores yanquis, ya pasaron de eso, antes el yanquismo era propio del hombre anglosajón pero ya no es eso, ya es un globalismo sin identidad, sin raza, sin género, es la negación de todo.

Al carajo con todos ellos y sus ídolos de barro, nosotros sabemos bien quienes son nuestros enemigos, sabemos bien quienes son los nuestros y tenemos en clara nuestra lucha: por nuestra identidad, por nuestra sangre, por nuestra historia, por nuestros dioses.

El Cuervo nos guía en la noche más oscura.

Guerrero del Sol Negro

El ser humano dentro del reino animal es la única especie que fue dotada con el intelecto, con conciencia de sí mismo, capaz de ver los umbrales y fenómenos más inhóspitos de esta realidad y darles un sentido en su razonar. Nuestro cerebro es capaz de codificar una gran cantidad de información que entra por todos nuestros sentidos y así generar conceptos de todo aquello que hemos visto o presenciado, dándole un particular orden dentro de nuestra mente.

A lo largo de los milenios el hombre desarrollo su capacidad mental al grado de generar grandes avances en distintas áreas como el arte, la ciencia, la filosofía y la tecnología, el hombre ha sido capaz de desarrollar un pensamiento abstracto el cual nos ha dado una mejor comprensión del entorno, y que al día de hoy se han obtenido frutos positivos y negativos en nuestra vida moderna; esa capacidad de razonar, contemplar, comprender, analizar, nos dio un sentido, forjo nuestra realidad y en base a esta realidad se trazo nuestra existencia, cabe mencionar que la realidad ha sido moldeada y manipulada en diversas eras y que al día de hoy detrás de todo vemos que es muy frágil.

Nace la pregunta, ¿Cuál es nuestra realidad? Este cuestionamiento nos introduce perfectamente en este texto. No cabe duda que nuestros pensamientos han sido moldeados también a lo largo de nuestra historia en determinadas épocas, comúnmente los grupos de poder (emperadores, reyes, políticos actualmente) han modificado nuestra realidad a intereses a veces de algunos cuantos, como ejemplo tenemos el Medievo cristianizado, donde toda la realidad se sumergía en los decretos de una iglesia que manejaba la información a su antojo y que le interesaba más tener una sociedad ignorante que con conocimiento, con mayor información y comprensión de su entorno contrastando al día de hoy tenemos la sobreinformación en la población, la total saturación de esta la cual ha moldeado nuestra nueva realidad.

La hiperrealidad aquella de la que Jean Baudrillard ya nos hablaba y que ponía como ejemplo la “realidad” que EEUU había forjado en torno a su cultura y lo que realmente ocurría en el mundo, en diversas décadas de guerra o postguerra, hoy el concepto de hiperrealidad ha ido mas allá, donde gracias a esa enorme lluvia de información diaria a través de los medios de comunicación y los dispositivos digitales ha distorsionado por completo esa realidad que se mantenía “real”, vaya la redundancia. ¿Qué es la hiperrealidad? En palabras resumidas no es más que la incapacidad de poder vislumbrar lo real y tangible de lo completamente irreal, pongamos por ejemplo la vida que los usuarios de redes sociales muestran con la vida real de la persona o aquella realidad interpretada en una pantalla a través de una telenovela, una anime o un videojuego y que muchas veces termina convirtiéndose en la realidad del espectador y su vida gira en torno a ella al punto de obsesionarse y/o trasladar a su modo de vida esas imágenes irreales.

Todo esto se vuelve crítico en nuestras redes sociales y en general el mundo del internet, en el cual nuestros gustos terminan siendo dictados por un algoritmo que nos proporciona esa sobreinformación que ya mencionamos, y nos termina encausando a diversos “gustos” programados por los mismos usuarios en respuesta a una búsqueda exhaustiva de estos los cuales terminan siendo adoptados como “propios” sin estar consientes de que ese algoritmo cibernético marca la pauta en sus gustos personales.

Es aquí donde la hiperrealidad tiene una consecuencia grave en nuestra psique, está comprobado que el cerebro no distingue entre un sueño y una vivencia ya que se activan las mismas zonas cerebrales cuando divisamos una imagen ya sea dormidos o consientes, tocando este punto salta una nueva pregunta ¿Qué tan real es lo que pensamos que es real? En las redes sociales, especialmente Faceboook y el incremento del fenómeno del “meme” el cual no es más que una información completamente resumida en infantilizada hecha imagen que tiene la capacidad de propagarse de manera viral en un par de minutos y que ya es utilizada por grupos políticos para enfrentar a diversos grupos y generar un caos que al final de cuentas significan ganancias para ellos, ejemplo del 2016 con el enfrentamiento en las elecciones de EEUU entre Trump y Clinton. Los “memes” han sido los nuevos participes de la hiperrealidad donde el usuario es manipulado por ellos al grado de estar orgulloso porque su red social son solo memes tornando su pensamiento a una simple burla de lo que sucede con el mundo sumergiéndolo en una burbuja mental en la que es incapaz de ver la realidad detrás de eso que ahora considera propio, esto sucede también con el llamado anime y demás entretenimiento que nos brinda el mass media.

La plataforma Youtube la cual es perteneciente a la gran maquinaria de Google, que también utiliza ese algoritmo y al final dicta que “información” necesitas en base a ese aprendizaje que ha obtenido al momento de proporcionarle nuestros datos, gustos y en general toda información de nosotros, también juega un papel crucial en el desarrollo de nuestras estructuras sociales modernas, vemos cada vez como se politiza el contenido de diversos “youtubers” o en ocasiones se infantiliza ese contenido y que termina siendo adoptado como propio y real sin distinguir los fines lucrativos detrás de ello, otro ejemplo la interminable lucha entre izquierda y derecha, próvida y proaborto, entre grupos del LGBT y conservadores y un sinfín de nuevas corrientes enfrentadas, también tenemos por otro lado aquellos que han optado por solo reírse de sus vidas sin llevar nada enserio ya que unos “memes” o “youtubers” se lo han expuesto en sus redes sociales.

Luego de todo esto nace una tercera pregunta con la que cerramos este breve texto ¿Qué hacer para afrontar esa hiperrealidad? Al momento es imposible tener una respuesta solo queda poner todo en tela de duda y a sincerarnos con nosotros mismos, ser lo más real a lo profundo de nuestra mente y pensamientos, ser duros críticos de aquello que observamos y comprender que vivimos en un mundo esclavizado, atados a cadenas invisibles.

Raven Kult